Hoy, nuevamente, tenemos el mayor orgullo que un medio como el nuestro pueda alcanzar. Cuando existe un “ida y vuelta” entre el medio y el lector, todo indica que las cosas se están llevando a cabo según lo planeado y esto nos satisface enormemente.
Hace unos pocos días se contactó con nosotros Andrés, el flamante, junto a su padre, propietario del crucero de madera “Piraña”, para ofrecernos su relato y aportar toda la data de su travesía. Oriundo de la Ciudad de San Fe, trasladaron la reciente adquisición remontando el Paraná de las Palmas desde la Ciudad de Tigre hasta el Club Náutico de Paraná, sitio elegido para su amarra. Realizada en cuatro singladuras, a una velocidad crucero de 16 km/h. (2700 rpm) medida con corredera, se utilizaron aprox. unos 800 lts. de combustible para finalizar con una velocidad promedio de 11,5 km/h y un consumo de 10 lts./h por motor.
Haga clic en las fotos para ampliar |
Con Uds. los protagonistas…
El Alistamiento
Alistando el Piraña |
La Travesía
Día 1: El día 6 de julio de 2014, a las 10:20 hs., zarpamos de Tigre con mi padre Daniel y Raúl (el papá de mi mejor amigo) en un día lluvioso y con poco viento pero con muchas expectativas. Navegando por el río Luján y luego por el Canal Arias hasta llegar al Paraná, a la altura de la baliza del Km. 63.800. Es aquí donde hago un paréntesis para contarles que esta era la primera vez que navegábamos en una embarcación como esta, y también la primera del Piraña, sin ninguna otra salida previa, así que imagínense la expectativas de estos tres tripulantes. Con ayuda de un GPS y una hoja de ruta que supe extraer de un navegante del Yacht Club de Rosario, copiada de puño y letra, empezamos a remontar el Paraná que se veía imponente. Navegamos 97 km, siempre por costa de babor pasando por Zárate y finalmente cuando nos agarró la noche amarramos a un árbol en la entrada del río Baradero, ya que pensábamos continuar por este mismo para acortar 40 km respecto al Paraná. Este resulto ser un muy buen lugar para hacer noche.
Daniel, Andrés y Raúl |
Puente Nuestra Señora del Rosario |
Día 4: Por la mañana, con un total de 327 km recorridos, salimos bien temprano con esperanzas de llegar a última hora de la tarde, el día transcurrió esplendido, soleado, como los dos anteriores. El Piraña se venía comportando un lujo y nosotros lo veníamos pasando de mil maravillas, disfrutando cada paisaje como así también de cada charla en la que analizábamos el comportamiento de la embarcación como si supiéramos del tema. Pasando frente a la localidad de Diamante me distraje y aminoré la marcha abruptamente por encontrarme de golpe con un bajo muy importante. La ola que veníamos haciendo nos agarró en diagonal y nos escoró lo suficiente para que volaran de proa dos bidones de 60 lts. con combustible, totalmente llenos, al agua y mi papá también volara espectacularmente pero solo de la cama al piso.
Luego de realizar las maniobras correspondientes para rescatar los bidones continuamos viaje, el cual finalizamos a las 6 de la tarde con un total de 454 km recorridos en 39 horas y 33 minutos, según el GPS. Arribamos al Club Náutico de Paraná, cuyo capitán nos dio la bienvenida.
Así terminaba nuestra travesía desde el Tigre a Paraná, con un poco de alegría por llegar pero también con tristeza porque se terminaba esta experiencia que nunca la voy a olvidar en mi vida por varios motivos: el haber podido realizarla con mi padre, el haber visto paisajes increíbles y conocer nuestra embarcación como no podría haber sido mejor, aunque creo que la más importante fue haber fabricado una nueva relación que paso de ser “del padre de” a ser Raúl, mi amigo.
Esto a mi humilde entender, y solo lo comento como una opinión personal, es lo más maravilloso que tiene la navegación con embarcaciones de madera y antiguas. Al restaurar o arreglar estas embarcaciones, más tarde estas nos devuelven todo el trabajo en satisfacciones que el dinero no puede comprar y que solo se sienten cuando están nuestras manos presentes. Estas benditas embarcaciones pasan a ser solo una herramienta para dejar grabado a fuego historias, anécdotas, nuevos amigos y familias felices que disfrutan de una misma actividad.
Saludos !!!!.
Andres Garcia Farquet