viernes, 18 de junio de 2010

MANIOBRAS GLORIOSAS

En la nota anterior hablamos de la influencia del sentido de giro de las hélices sobre las maniobras. Maniobras que pueden provocar el elogio de todo el club o, en el caso contrario, la adquisición de un apodo que deberá hombrear de por vida cada vez que lo vean llegar. Solo es necesario una maniobra de atraque para definir el perfil del Timonel.
Trataremos en este artículo de acercarles algunas herramientas para mejorar el estilo y mantener la dignidad a la hora de amarrar, ante tanta mirada crítica y despedazadora.
Tome como inicial, la medida fundamental de realizar toda maniobra a marcha reducida, es decir con el/los ecelerador/es en un punto previo a la pérdida de control direccional. Analice rápida y concienzudamente la situación al ingresar a puerto o amarra, evaluando las condiciones predominantes: dirección e intencidad del viento y, por supuesto, dirección y fuerza de la corriente.
Coloque con tiempo suficiente, de ser posible, las defensas en la posición adecuada reservando la más robusta a mano para aplicarla en un sitio puntual en caso de ser necesario. En el caso de palos cercanos, se podra disponer de la defensa en posición horizontal.
Si trae un auxiliar de tiro, habrá que izarlo a bordo o a los pescantes, cerca de la codesta del lado menos comprometido o llevarlo hasta la proa hasta completar la maniobra.
Deberá tener muy en claro los puntos de la embarcación donde hacer firme las amarras, es decir: cornamusas, cáncamos, etc. y utilice los portaespías para pasar los cabos (estos trabajarán mejor y no dañaran la regala).
En el caso de tener que abarloarse a un muelle u otra embarcación, la lógica y la práctica indican que esta maniobra se deberá realizar aproximándose en un ángulo de unos 30º, con respecto a la embarcación o muelle a abarloarse, y cuando la proa esté a una manga se corregirá el timón para seguir un rumbo paralelo al tiempo que daremos marcha atrás para neutralizar el exceso de arrancada y así acercar la popa, quedando nuestro barco paralelo y detenido, listo para amarrar. Será obvio la colocación previa de buena cantidad de defensas sobre la banda de contacto.
Atracar de popa suele ser más cómodo para embarcar. Para esta maniobra se deberá aproar a 45º en relación a la entrada de la amarra y al ir aproximandonos iremos virando, dejando un amplio espacio a estribor. Con la popa ya casi ubicada en la boca de la marina, se deberá aplicar una arrancada en reversa e invertir el timón corrigiendo hasta detenerse.

Es muy común encontrar paradores que no poseen palos donde tomar amarra. En esos casos, si se desea atracar de popa, se repetiran los pasos del punto anterior con la salvedad de sembrar el ancla a una distancia de la proa de no menos 3 veces la profundidad en aguas protegidas, 5 veces en aguas más abiertas y entre 7 a 10 veces si existiese pronóstico de tormenta.