jueves, 3 de diciembre de 2009

TRAVESÍA al MATTO GROSSO

Para aquellos que vienen siguiendo las instancias organizativas de las caravanas y las publicaciones por ENDT realizadas, estarán de acuerdo con nosotros que es una tarea que demanda buena cantidad de tiempo y esfuerzo. Si bien esta nueva edición de la Travesía de Clásicos se vió opacada por la deserción de algunos participantes y amigos, estos eventos son la excusa ideal para navegar en grupo, divertirse y compartir toda la data de lo acontecido con otros nautas; o sea, nunca mejor aplicado, el fin bien justifica los medios.
Con una navegación cómoda, tranquila y sin contratiempos llegamos alrededor de las 11:45 hs. del sábado a nuestro puerto de destino: Cabañas Matto Grosso. El complejo se encuentra ubicado a unos 2.000 metros del Paraná de las Palmas remontando el Carabelas, río caudaloso y de muy buena profundidad en la segunda sección del Delta.

Atendido por sus dueños Marta y Miguel, quienes se acercaron rápidamente a recibirnos y darnos la bienvenida, el complejo inaugurado en el año 2006 cuenta con restaurante, cuatro cabañas, playa, marinas, un cuidado y amplio parque, aguas limpias, buena onda y mucha amabilidad. Ellos abren las puertas de su casa a quienes deseen disfrutar de buena gastronomía casera, de amplias instalaciones rodeadas de mucha naturaleza, de un ambiente cordial y familiar que Marta define acertadamente como "la casa de la abuela".
Luego de recorrer el parador, guiados por Miguel, nos dispusimos a retocar las amarras, colocar chubasqueras, cubre ventanas, dar luz a los barcos y tomar unos mates con Carlos y Graciela (del Fragotero) en el parque, donde nos quedamos charlando con los propietarios de Matto Grosso hasta donde nos dejaron los mosquitos.
Con la llegada de Mirko y Mariana, nos reunimos todos en el comedor. En un ambiente cálido, apasible y muy agradable la cena se desarrolló en un clima de absoluta camaradería, bromas, risas y anécdotas.

El domingo amaneció cubierto y con amenazas de precipitaciones. Después del desayuno, salimos en lancha a remontar el Carabelas hasta el Seoane y de allí hasta el Canal de la Serna, volviendo por el Paraná hasta el Complejo donde habíamos dejado los barcos. Empezó a llover. Bajo la galería de la casona, con vista al río, Marta nos agasajó con una picada donde nada faltaba. Un riquísimo postre y café acompañaron la sobremesa. Se acercaba la hora del regreso y comenzamos con los preparativos y la triste despedida. Zarpamos con el primer respiro que nos dió el tormentón. Si bien la lluvia no nos dió tregua, la vuelta se desarrolló igual que la ida y las diez millas náuticas que separan al Complejo Matto Grosso de la confluencia del río Luján y el Canal Arias no alcanzaron para charlar lo suficiente, así que hubo que seguir en la amarra.
Una vez más todo nuestro sincero agradecimiento a los integrantes de esta travesía, a toda la gente de Matto Grosso y a la náutica que nos regala momentos como los vividos este fin de semana.
Ah!, me olvidaba... para más información acerca del complejo, pueden comunicarse al teléfono 4728-0986. Estimados colegas, hasta la semana próxima y recuerden: "Vivan el Paraiso, naveguen por el Delta"