En esta época del año se suele navegar menos y en consecuencia asistir esporadicamente a la amarra. Una embarcación tapada, cerrada y sin atención genera humedad en forma constante. La evaporación natural del agua que comienza a los 14 ºC, la condensación - máxime si la carpa es de cobertura o de algún material sintético - más el agua depositada en la sentina, producto de las filtraciones de la cubierta y/o de las aberturas, es un enemigo silencioso que atenta contra piezas metálicas, piezas eléctricas, indumentaria, cortinas, etc.
El requisito de una ventilación adecuada va más allá de mantener el aire en movimiento dentro de la embarcación, sino que consiste en igualar adentro los niveles de humedad con los existentes afuera.
Equivocadamente, dejar el barco bien cerrado para proteger los interiores de la humedad produce el efecto contrario, pues por efecto invernadero, aumenta el nivel de humedad del interior. Este efecto durante un tiempo prolongado da origen a la formación de hongos que, al alimentarse de las pequeñas gotitas de agua - que se condensan en mamparos, tapizados, colchones, almohadones y en toda superficie en donde el vapor de agua pueda pasar al estado líquido por saturación y enfriamiento - proliferarán formando colonias de coloración característica y olor típico a humedad.
Existen dos formas de ventilar: la natural y la forzada.
De decidirse por la natural, se deben distribuir la apertura de las aberturas convenientemente para lograr una buena circulación. Será ideal que estas aberturas cuenten con trampas de agua como es el caso de los tragavientos, tambuchos, lumbreras, etc.
En el caso de optar por la forma forzada de ventilación se deberá instrumentar el uso de un ventilador, conectado a la red de alimentación eléctrica de la amarra (220v), accionado por una fotocélula que fuerce el flujo de aire en uno u otro sentido durante las horas de la noche. Es importante tener en cuenta el volumen interior a ventilar, debiendo el ventilador poder mover al menos el 70% de ese volumen en una hora. Existen también unos tragavientos con forzador que funcionan con energía solar (muy recomendables).
Concluyendo, se podría establecer que: a) Se deberá instrumentar un sistema de ventilación, cualquiera sea este, que evite la formación de hongos y el posterior deterioro del interior de la cabina. b) Ponga especial atención en la ventilación de baños y cocinas. c) Tenga en cuenta que un orificio de 4" de diámetro permite ingresar el doble de flujo que uno de 3" y d) La energía solar puede ser una alternativa válida, segura, natural y económica. Destape regularmente su ebarcación, tenga en cuenta que solo así notará la diferencia entre un barco y un zótano.