miércoles, 8 de junio de 2011

TRAVESIA: PARANA x 3 última parte

Viernes 13 de mayo de 2011: Son las 8:30 hs. Por la niebla no se alcanza a ver el Paraná que sólo está a cien metros de la amarra. Unos mates calentitos y a empezar con las maniobras previas a zarpar. Desabrochamos y enrollamos cenefas, secamos la carroza, parabrisas y cubierta. Calentamos agua para almacenar en el termo para próximos mates y ponemos en marcha los barcos, soltamos algunas amarras y de pronto… el motor del Bonanza se planta!

Nos miramos con Claudio y ninguno se animó a hablar... Nuevamente le dió arranque y arrancó pero con muy poca presión de aceite. Casi por reflejo cortó inmediatamente la ignición. Extrajimos el lubricante que tenía y lo reemplazamos por nuevo gracias a un remisero, el cual contactó la gente del camping, que nos trajo el aceite desde Zárate.
Ya en marcha y con buena presión, creímos conveniente recalcular el resto de la travesía y realizar el trayecto desde Zárate a Tigre en una sola singladura. Por unanimidad decidimos, con muy buen ánimo, quedarnos en Las Tejas hasta el domingo.

La tarde lluviosa nos sirvió para pasar el material fotográfico de las cámaras a la compu y ponerlo en orden (más de 300 tomas). El ocaso se combinó con café y continuó con pizzas en el resto del Don Carlos, así coronábamos un día que había empezado mal pero que en muy buena compañía logramos revertir.


Sábado 14: El día comienza tarde y con las últimas gotas de una llovizna iniciada durante la madrugada. Rápidamente mejora, se despeja y el sol calienta la playa. Conseguimos un quincho con parrilla a diez metros del agua, un paraíso. Arrancamos al medio día con pollo y el atardecer nos sorprendió con fuego y unas hamburguesas caseras; en el medio, pesca, charla, risas y tranquilidad. Un día magnífico!


Domingo 15: A las 9:00 hs. ya estábamos todos en los cockpits esperando que levantara la niebla para zarpar. El sol calienta rápido y la bruma se va disipando, a las 11:15 hs. cobramos cabos y ponemos proa hacia Tigre con viento suave del E. El Paraná de las Palmas está planchado aunque se esperan vientos moderados del S/SE.


Aprovecho para lavar la cubierta antes de la rotación del viento y del cabeceo lógico por el oleaje, pero no termino a tiempo. A la altura de Vuelta de Campana empezamos a tener viento de “jeta”, me apuro y termino. Cuando llegamos a Escobar, entre los 9 knts. de velocidad y el cabeceo, el motor va cobrando temperatura. Se deberá tener en cuenta que el Palometa al tener el motor en proa también tiene la toma de agua allí y que con cada cabeceo el casco se despega del agua dejando la toma fuera del líquido elemento, produciendo burbujas de aire en el sistema de refrigeración. Por otro lado al Bonanza le está pasando lo mismo..


Estamos casi en la boca del Leber. Decidimos entrar para evitar que siga aumentando la temperatura que para ese entonces ya estaba por los 80º C y en aumento. Durante 45’ y unos cuantos mates nos encontramos abarloados en un muelle que gentilmente nos cedió un vecino del arroyo.
Retomamos la marcha con la temperatura normal del agua del motor y una hora más tarde estos increíbles nueve días habían pasado a ser un anecdotario entre amigos nautas y vecinos de amarra.

Conclusión:
El confeccionar un derrotero que tuvo en cuenta las circunstancias que podíamos atravesar, dado el estado de ablande en que se encontraba nuestro motor, fue muy acertado.
La compañía adecuada marcó la diferencia entre querer rápidamente volver a planear algo juntos u “ojalá se repita”.
Logramos una velocidad promedio de 5/6 nkts., recorrimos casi 80 millas náuticas en 15 horas y fracción, y tuvimos un consumo de casi ochenta litros. Un verdadero éxito.

Estimados nautas amigos, agradecemos el haber compartido esta travesía con nosotros y los liberamos, QAP hasta el próximo encuentro. “Vivan el paraiso, naveguen por el Delta”