Bienvenidos a un nuevo encuentro con ENDT. Durante los días 16, 23 y 30 de junio, hemos tenido el gusto de compartir con el Profesor Darío Fernandez el Módulo Integral sobre Navegación Artesanal o Tradicional, realizado en las instalaciones del Centro Asturiano. Ameno, interesante y constructivo, las charlas superaron las espectativas iniciales y motivaron la redacción de la presente nota.
Antiguamente, la necesidad de conocer la latitud llevó a inventar rudimentarios aparatos o sistemas con el fin de poder medir la altura de la estrella polar o la altura meridional del sol. La exactitud de la latitud obtenida dependería de la precisión del instrumento utilizado.
Uno de esos instrumentos fue el Astrolabio cuyo nombre significaba: "el buscador de estrellas". Se conocen dos tipos, el esférico y el plano. El primero consistía en una esfera sobre la que se instalaban varios arcos metálicos graduados; en el Astrolabio plano, la esfera era reemplazada por un disco cuyo perímetro era coronado por una escala graduada.
En ambos casos, eran instrumentos sumamente complejos utilizados únicamente por eruditos en astronomía. Con el fin de hacer más sencillo el manejo de este aparato, basándose en el plano, se determinó una escala graduada de 0º a 90º llamada medeclina o penicidio y así fue que surgió el primer instrumento utilizado en navegeción astronómica: el Astrolabio náutico.
Como suele suceder en estos casos, la solución a tanta complejidad consistía en inventar un instrumento sumamente sencillo y práctico. Así nacieron el Cuadrante y la Ballestilla.
El Cuadrante consistía en una placa en forma de sector circular de noventa grados con un arco externo que contaba con una escala graduada de 0º a 90º y completaban el instrumento, dos miras similares a las del Astrolabio y un hilo con un peso en el extremo pendiendo del vértice como se ve en la foto.
Anterior al sextante, la Ballestilla fue sin dudas el instrumento más utilizado por los navegantes. Su nombre derivo del dimituvivo de "ballesta" dado su similitud con el arma medieval. Su simplicidad de uso hizo que tuviera gran acepatción y su permanencia se extendiera hasta entrado el siglo XVIII, cuando fue paulatinamente reemplazado por el octante (precursor del hoy conocido sextante).
Este instrumento constaba de una regla graduada que recibía el nombre de "virote" y una corredera que se desplazaba sobre la anterior, llamada "sonaja". La dificultad de la Ballestilla consistía en la graduación del virote al momento de su construcción, aunque posteriormente fue perfeccionado por John Davis.
John Hardley presenta, en 1731 y basándose en el principio de la doble reflexión de la luz, el Octante. Un instrumento capaz de medir ángulos con gran precisión y denominado así porque el cuerpo principal del instrumento tiene la forma de un sector circular de 45º, o sea un octavo de círculo.
El Octante podía medir ángulos de hasta 90º, dando lugar posteriormente, a la aparición del Quintante que medía ángulos de hasta 144º y finalmente elSextante que todos conocemos, pudiendo medir ángulos de hasta 120º.