Casi nueve horas después de zarpar del Banco de Caraballo
estábamos fondeando cerca del muelle de Juanico y recibimos un alerta amarilla
de tormenta, granizo y fuertes vientos del SE de Control Mercedes.
Y así continúa: Cenamos esperando que se desatara la tormenta, pero no fue
hasta las 22 hs que el viento rotó al tercer cuadrante dejándonos por momentos
muy expuesto a fuertes rachas. Nos dieron hasta las 4 am y a partir de las 6 hs
comenzaron las lluvias aisladas, hasta ahí todo fue tolerable. Pensábamos en no
abandonar la isla que teníamos a barlovento y aprovechamos ese día de
mal tiempo para descansar, pescar, ver una película y ordenar el barco. Por
suerte el domingo habíamos adelantado mucho camino y nos podíamos dar el lujo
de perder un día. Para el martes 19 teníamos planificado zarpar temprano para
pasar por unos arenales que habíamos visto a la ida pero el mal tiempo no lo
permitió, estuvo lloviendo desde las 7 de la mañana y había corderitos en todo
el río con viento fuerte del S / SE. A las 15 hs., una rama grande nos hace
garrear y en lugar de refrescar el fondeo decidimos cobrar ancla y buscar más
protección del viento en el paso de la Isla Boca Chica, unas 4,8 Mn río abajo.
Al dejar la Isla Masones conocimos la fuerza real de la sudestada, entre las
distinta islas se forma un pasillo que deja abierto al ancho del Uruguay, unos
seis kilómetros, y fue en ese preciso momento que nos encontramos amurados de través
de babor cuando el barco escoró y roló hasta entrar al reparo de la isla que
buscábamos. Ahora bien, para permanecer resguardados del viento debíamos
fondear en una apenas delineada bahía, cerca de la costa, donde suponíamos
habría agua suficiente, y no nos equivocamos. Los nueve metros de profundidad y
un mar de aceite hicieron que esa noche pudiésemos recuperar la falta de descanso
de las dos anteriores.
Adelante escollera acceso a Gualeguaychú, atrás el balneario Ñandubaysal |
3ra. Pierna de
Vuelta: Aunque las condiciones no eran las ideales debíamos movernos y
aprovechando la reducción de la velocidad del viento nos hicimos a
Gualeguaychú. Nos estábamos quedando sin días de vacaciones y debíamos pasar
por ese puerto a repostar combustible, si o si. Dos horas y media duró esta
incómoda navegación hasta la boca del Riacho Gualeguaychú en donde el Palometa
imitó al "Samba" y para colmo de males al traspasar el par de boyas del kilómetro 1,5 del
canal de acceso se levantó una bruma que hacía difícil ver el siguiente par.
Una vez adentro vimos varias embarcaciones fondeadas esperando que mejorara el
tiempo para poder salir, tal era el caso del GrandJean “Vidurria”, por ejemplo,
y que al día siguiente cruzáramos en el Club. Por el canal 12 de VHF realizamos
el despacho al Destacamento Puerto Boca de la PNA y nos dirigimos hacia el
Náutico a donde arribamos una hora y media después.
La navegación de este río
no reviste mayores complicaciones, debiéndoselo navegar por el medio hasta la
boya del km 9,1, frente al camping, la que se deberá dejar por babor y a buena
distancia de la costa del balneario. De allí en adelante, nuevamente por el
medio hasta el tendido de alta tensión que cruza el río, sobre la costa Oeste
se verá la desembocadura del Aº del Cura, y desde ahí será conveniente avanzar
recostados sobre la costa Este ya que la pequeña isla de piedra Martín Chico
continúa por debajo del agua hacia la costa Oeste.
Una vez pasada la boya del km 19,9 se deberá enfilar al paredón Sur del frigorífico Gualeguaychú y de allí seguir entre el muelle del mismo y las boyas rojas, las cuales, según los vaqueanos, están un poco corridas hacia el Este. A partir de ahí se seguirá recostado sobre la costa Este hasta la Isla Libertad, debiendo continuar por el medio luego y dejar buena distancia de la punta Norte de la isla al virar para ingresar al Náutico.
Una vez pasada la boya del km 19,9 se deberá enfilar al paredón Sur del frigorífico Gualeguaychú y de allí seguir entre el muelle del mismo y las boyas rojas, las cuales, según los vaqueanos, están un poco corridas hacia el Este. A partir de ahí se seguirá recostado sobre la costa Este hasta la Isla Libertad, debiendo continuar por el medio luego y dejar buena distancia de la punta Norte de la isla al virar para ingresar al Náutico.
En el CNG nos recibió Ricardo instalándonos en una marina
privilegiada desde donde, por la banda de estribor, podíamos apreciar toda la
costanera de la ciudad. Realizamos el despacho correspondiente en portería, y
siendo las 14 hs. nos dirigimos al restaurante del club, bajo una constante
llovizna. Por la tarde se acercó Andrés Rivas, socio del club y propietario del
Grace (un Pandora 28), para darnos la bienvenida y cruzar algunas anécdotas de
nuestro viaje con sus navegaciones. Fue entonces que nos recomendó llegarnos
hasta Lo de Peti, un simpático lugareño que reside en la Isla Montaña, a la
altura del km 167 del canal principal, quien prepara los mejores asados de
Gualeguaychú y en donde se dan cita muchos de los navegantes de ese club.
También nos recomendó el Aº Negro (ROU), frente a Concepción, cuyos médanos
hacen de un sitio perfecto para pernoctar embicados a los mismos; además del Aº
Román (ROU) y otras bellezas que quedarán para una segunda travesía.
La noche se mostraba fresca y tranquila, atrás había quedado
el finde largo de Carnavales en donde la ciudad recibió a 100.000 turistas que
desbordaron todas las plazas existentes, hay que tener en cuenta que
Gualeguaychú cuenta con 90.000 habitantes. Mañana, jueves 21, nos haremos una
escapada hasta el centro para reaprovisionarnos de combustible y de algunos
víveres.
Ya de mañana, posteriormente a un contundente desayuno y a
algunas “vueltitas de rutina”, partimos hacia la estación de servicio que queda
a unos cuantos pasos del club con sendos bidones. Repetimos el procedimiento
que hiciésemos en Concepción y a primera hora de la tarde estábamos de vuelta
para saborear un sabroso almuerzo casero, abundante y económico realizado y
servido por la familia que tiene el concesionario del resto en el club. Por la
tarde se acercó nuevamente Andrés con los pronósticos meteorológicos impresos
para los días subsiguientes, a sabiendas de nuestra inminente partida del día
siguiente, y con la recomendación de caer unos 20/25 mts. al Sur, paralelos al
canal, entre el último par de boyas y la de bifurcación del km 94,100 de
ingreso, parece que el banco de la Isla Inés Dorrego va ganando fondo. Nos despedimos
de este simpático y amable socio y más tarde nos dispusimos a estudiar los
impresos. Tendríamos un muy buen viernes para navegar pero el extendido nos
tiraba tormentas fuertes con viento para tarde o noche del sábado 23.
4ta. Pierna de
Vuelta: Así las cosas, decidimos arrancar el día de la partida temprano y
una vez que nos despedimos del club, a la 8:50 hs, zarpamos con la estrategia
de navegar todo lo posible para dejar para el sábado la menor distancia a
recorrer por el Uruguay y Rio de la Plata. A las 10:00 hs estábamos en la boca
del riacho realizando el despacho radial con PNA, la altura de la marea en ese
lugar era de 1,26 mts. Al través de la draga a pique (hundida en 1959 por una
tormenta) sondeamos en el canal 1,68 mts. siendo este el nivel más bajo del
canal de acceso. Cabe recordar que la altura de la marea de ese momento
superaba en casi 40 cm. los 0,88 mts que presentó a la ida.
... No se pierdan la próxima semana la finalización de esta serie de notas de, para nosotros, la travesía más jugosa, atractiva, disfrutada e interesante de todas nuestras travesías. Los esperamos...