martes, 28 de enero de 2014

TRAVESÍA A TIMOTEO DOMINGUEZ (ROU)

Hola, ya estamos de vuelta para compartir con Uds. la crónica de esta travesía. Un derrotero que incluyó todas las variables posibles en cuanto a meteo y mareas se refiere, a pesar de la logística previa para evitar sorpresas. Si bien la experiencia no tuvo desperdicio, la mejor recompensa fue haber conocido a Diana y a Héctor, con los que formamos un sólido grupo capaz de enfrentar tifones.

Hace unos meses surgió, persiguiendo siempre nuestra propuesta de mostrarles derroteros alternativos, la necesidad de volver a visitar una increíble isla deshabitada del Riopla. Para ello, y por nuestro calado de 1,20 mts., se realizó un trabajo de batimetría y consultas bajo el asesoramiento de amigos siempre dispuestos a estos quehaceres, para poder salir por el Paraná Miní en lugar de subir desde el Paraná de las Palmas por la ruta de los palos hasta la Isla de Oyarvide. Así empezó esta travesía, trabajando en la compu y sumando cinco barcos amigos que nos acompañarían.

Timoteo Domínguez es una isla del Río de la Plata bajo soberanía de la República Oriental del Uruguay. La imagen que se observa a la derecha muestra el surgimiento de la Isla, al Nordeste de la Isla Martín García, a partir del año 1961 con la aparición de bancos de arena blanca proveniente del Río Uruguay (imágen aérea cedida por la ARA).
Según el Tratado del Río de la Plata firmado por Argentina y Uruguay en 1973, la isla Martín García, de basamento rocoso, producto del afloramiento del macizo de Brasilia, permanecería bajo soberanía argentina rodeada de aguas uruguayas, mientras que todas las islas aluvionales que se formaran en torno a ella serían de jurisdicción uruguaya. Desde la década del 80 Timoteo Domínguez se encuentra unida a Martín García, hecho que motivó el acuerdo del 18 de junio de 1988 entre ambos gobiernos para establecer la única frontera seca entre Argentina - Uruguay.

La caipirinha fue una buena opción
La partida: Por diferentes motivos (laborales, familiares, falta de agua, etc.) el sábado zarpamos desde Dique Luján solos hacia el Club Motonáutico Argentino, sitio elegido como punto original de encuentro y presentación de los participantes de la travesía. Allí nos reuniríamos solamente dos embarcación incapaces de padecer esos males terrenales antedichos. Recorrimos las 20,2 Mn, desde el Luján y Cl. Arias hasta el CMA en cuatro horas. Ya reunidos con la tripulación del Libertad cumplimos con todo el protocolo establecido, desde el brindis inaugural con cerveza en la zona de amarra, hasta la cena de integración y posterior sobremesa hasta avanzada la madrugada.

Lejos de ser aburrida, esta travesía se caracterizó por inyectarnos adrenalina constantemente. La primera dosis fue poco después de acostarnos. Un Pampero se abatió sobre el muelle de la institución y el domingo amaneció con SE de 15/20 nds., haciéndonos posponer, por seguridad, la partida hasta el día siguiente.

Vista NW de Timoteo Dominguez
Con viento flojo de N/NW, el lunes se planteaba ideal para navegar el Río de la Plata. A las 11:30 hs. partimos y arribamos a la Isla Timoteo a las 14:25 hs., luego de haber recorrido las 15,4 Mn que separan el recreo de la isla, cuyos waypoints se encuentran disponibles aquí.

Los 46,8º C de sensación térmica se hacían sentir hasta en el agua, bajos los árboles. Pero eso no fue lo peor que nos sucedió durante la corta estadía en la isla, a la cual vimos cambiada geográficamente desde la última visita hace ya unos años.

Treinta y tres horas podría ser el título de una película de acción o catástrofe, pero en realidad fue el total de horas de estadía en la Isla T.D., un destino “all inclusive”. Presten mucha atención a la sucesión de los hechos, como dijimos anteriormente, fondeamos a las 14:25 hs.

19:45 hs.(lunes). En diez minutos, mientras nos encontrábamos en el agua, entorno al Libertad, el viento del E paso de ser una brisa a ser de grado 6 ó 7 en la Escala de Beaufort. Soltamos al Libertad para buscar aguas más profundas en manos de su capitán, quien terminaría optando por capear el temporal. El Palometa, sobre el veril, escoraba por los fuertes embates de las olas de metro, metro treinta que azotaban su través. Me costó llegar desde la isla hasta la embarcación, y mucho más abordar. Cuando lo logré y apenas lo puse en marcha… el ancla garreo. La marejada nos tiró a zonas bajas cerca de la isla. Mientras tanto el Libertad iba y venía, desaparecía y trepaba.

23:00 hs. La tormenta amaina y ambos capitanes decidimos, privilegiando la salud de nuestras primeras oficiales, descender a tierra. El Palometa permanece escorado sobre su babor y el Libertad, fondeado con todo lo que tenía, entre la isla y el Canal Principal. Ambas tripulaciones llegan a la playa casi juntas, previo haberse comunicado por radio, con chalecos salvavidas, abrigo, linternas, agua potable, celulares (con señal de ROU y de Martín García) y un handy de VHF. Las guardias son voluntarias, reflejas y casi permanentes hasta que nos vencía el sueño.

05:30 hs. (martes). Durante toda la noche el viento, la marejada y el bramido de un mar movido se mantuvieron constantes. Comienza a aclarar y las primeras luces muestran a un Palometa apoyado sobre su pantoque de babor, con su pala de timón y hélice fuera del agua. Se realiza la primera visita al Libertad que, salvo la pérdida de un par de colchonetas, unas cañas de pescar y una bomba de achique fuera de servicio no reviste alerta.

06:30 hs. Con ayuda del capitán del Libertad y el auxiliar del mismo, tiramos un ancla desde la popa del Palometa para evitar que el repunte de marea (75 cm.) que se esperaba para las 12 hs. y el viento, que para ese entonces había virado al N, lo tirara más sobre la costa. Al rato, con algo más de agua y el barco menos escorado, abordé para calentar algo de agua como para desayunar y ordenar el desparramo de objetos reinante.

08:00 hs. Siempre mirando hacia el Este, zona en que se encontraban ambos barcos, no nos percatamos del Pampero que se estaba formando del otro lado de la isla hasta que sentimos el viento frío que golpeaba nuestras espaldas. Por suerte, venía muy alto y en proceso de formación, pero se lo vió golpear fuerte a los buques de ultramar en el canal y a la costa uruguaya.

09:00 hs. Con el foque y el auxiliar apoyado sobre uno de sus tubos improvisamos un refugio en donde protegernos del aguacero que dejó el efecto climatológico de la hora anterior. Las horas se hacían interminables aunque el buen humor reinaba por doquier.

12:00 hs. La pleamar es un hecho y aunque el Palometa está a flote puedo tantear bajo la quilla que al acomodarse hizo una zanja de unos 20cm. de profundidad a lo largo de su eslora de flotación. En popa hay un escalón de esa altura por unos 3 ó 4 metros de largo que me impiden sacarlo a aguas abiertas. Mientras nosotros realizábamos toda esta maniobra, la tripulación del Libertad había levantado todo de la isla y se dirigió a su barco para fondearlo más cerca de nosotros. Luego de almorzar, y aunque los ánimos habían caído apenas un poco, me comuniqué con L5P (Lima 5 Papa), Prefectura de Martín García, para pedir actualización de los valores tabulados en la tabla de mareas e informar de nuestro estado y posición. La próxima plea se esperaba para las 01:30 hs. del miércoles y sería de 1,03 mts. No había mucho más que hacer sino esperar…

15:00 a 19:00 hs. El cansancio se hizo notar y de a uno fuimos apoyándonos cómodamente sobre la arena para quedarnos dormidos un rato. El tiempo estaba más fresco y meterse al agua para controlar sendos barcos ya no era tan agradable. Realizamos una sesión de fotos de la puesta de sol en las playas NW de isla, la que parecía otra, “la mansa” y comenzaron los preparativos para el asado.

22:00 hs. Choripan de chorizo bombón 50/50 en baguette, postas de berenjenas con oliva y pimienta negra y bife de chorizo deshuesado. Un Rutini, savignon blanc, y ya estábamos preparados para cualquier cosa! Levantamos todo, apagamos el fuego y mientras tanto el agua seguía subiendo…

00:00 hs. Después de algunas maniobras poco ortodoxas logramos zafar de la varadura, muy cerca de un árbol hundido que, por la altura del agua y ser noche cerrada ya no se veía… pero ahí estaba, esperando para cobrarme el fondeo a cambio de dejarme ir. El barco estaba a flote, sin rumbos, sin entradas de agua. El río se iluminaba espasmódicamente por un amplio frente de tormenta eléctrica que avanzaba desde la ROU.

00:30 hs. (miércoles) Decidimos poner proa al muelle de partida y dejar atrás esos malos tratos que el Río de la Plata y Timoteo Domínguez nos habían dispensado durante treinta y tres horas exactas. Para mí, más que suficiente!

El Miní nos recibió cordialmente hecho una pileta, aunque de la costa que nos quedaba a estribor nos llegaban algunos truenos y relámpagos. A poco de andar nos fuimos relajando y el cansancio llegó sin ser invitado. Todavía faltaba más de una hora para llegar al Complejo Náutico Aulicino y mucho trabajo convenciendo a nuestros ojos de quedar abiertos. Este parador fue elegido sobre la marcha pues nos ofrecía todo el resguardo y espacio necesario para poner nuevamente en condiciones nuestros barcos. Arribamos a las 04:30 hs., bajo una bruma molesta que exigía aún más de nosotros.


El jueves el Libertad zarpó hacia el continente y nosotros, nuevamente al CMA. El resto, solo una sucesión de hechos menores: la temperatura que fluctuó de 38,6 a 14ºC; el tiempo siguió jugando sucio con un alerta meteorológico para el jueves 23/1/14 de tormenta con vientos de hasta 150 km/h y terminó con vientos de grado 5 del 2º cuadrante; una sudestada; una zafada de chaveta de hélice… que se yo, lo de siempre…


Espero amigos que estas circunstancias no amilane a ningún nauta, sino por el contrario, puedan sacar data de utilidad que les pueda ser provechosa. Lo importante, ante eventos similares, es primar la seguridad y por supuesto el bien de toda la tripulación y el nuestro propio.

Buenas singladuras y recuerden: Vivan el paraíso, naveguen por el Delta!

PD: Recuerde que pisando las fotos las puede ampliar, y si desea ver más puede hacerlo aquí. También se encuentra disponible el video.
Fuente histórica: Comisión administradora del Río de la Plata.