Es un placer volver
a recibirlos en este, nuestro espacio en común.
Hoy nos proponemos compartir con Uds. como conseguir la mejor relación
velocidad/consumo en nuestras embarcaciones a motor; algo muy importante de
tener en cuenta en travesías extensas, por autonomía y/o economía.
Tengamos en cuenta una relación inexorable: a mayor velocidad, mayor
potencia.
Podríamos dividir en cuatro franjas de características propias a la velocidad:
la máxima, la de crucero, la eficiente y la de desplazamiento.
Velocidad máxima: Siempre
se deberá tener muy presente que los motores de nuestros barcos son para uso
deportivo, y que por tal motivo no deben funcionar a máximas vueltas durante
largos períodos de tiempo. El consumo es excesivo, al igual que las vibraciones
y su autonomía se reduce.
Velocidad crucero: Normalmente es indicado al 85% del régimen
máximo de las RPM del motor, aunque el consumo disminuye en relación a la
anterior, se mantiene a niveles importantes y presenta una exigencia más allá
de lo razonable cuando la singladura demande más de 10 hs. de navegación
continua.
Velocidad eficiente o de planeo: Es aquella que se manifiesta en el
rango de entre el 60 al 65% del máximo de vueltas y en donde el consumo por
HP/hora producido por el motor, es mínimo. Gran parte del casco sale del agua y
ofrece menor resistencia.
Velocidad de
desplazamiento: Pudiéndose determinar calculando la raíz cuadrada de
la eslora de su barco (en metros) por 2,4 veces y cuyo resultado será obtenido
en nudos, o también, mientras se conserve toda la eslora de
flotación en el agua, a máxima velocidad posible y sin formar olas. Esta es una
velocidad de poco consumo, aunque de muy pocos nudos.
Queda en claro que estas categorías en las que se ha dividido la velocidad,
guardan estrecha relación con el tipo de casco que posee nuestra embarcación.
Es decir, si la nuestra es de desplazamiento, por más potencia que se aplique,
la velocidad no aumentará y nunca llegaremos a planear, sólo se gastaría
combustible en hacer una ola inmensa.
Asegurese, al hacer las pruebas correspondientes, de realizarlas por ejemplo en
el Paraná. De esa forma no molestará a otros navegantes, tendrá un factor de
corriente considerable, y al navegarlo rio arriba y hacia su desembocadura
podrá contar con un promedio y sus datos serán precisos.
Este es el primer paso para diagramar una travesía satisfactoria. Buena navegación y hasta pronto!