lunes, 24 de febrero de 2014

300 MILLAS por el RÍO URUGUAY

Bienvenidos amigos, lectores y colegas a una nueva entrega de ENDT.

En febrero del 2013 realizamos una navegación hasta el Palmar de Colón (E. R.) tocando los puertos más importantes y, de pasada, sólo algunas playas/bancos que descubrimos en ese mismo viaje. Este año teníamos previsto recalar en una importante cantidad de playas e islas que se ubican entre los kilómetros 105 (altura Gualeguaychú) y 204 (altura Paysandú) del río Uruguay. Lamentablemente la inestabilidad meteorológica no nos jugó a favor y debimos constantemente variar nuestro itinerario, ya sea por tormentas intensas, vientos fuertes o, como es de conocimiento público, por la excesiva altura constante de la aguas del Río Negro y del Río Uruguay que nos privó de permanecer en varias de las islas del derrotero.
No obstante, recavamos una muy buena cantidad de info para compartir con Uds. y que nos permitirá, el año próximo, realizar una navegación por las zonas más hermosas, a nuestro parecer, del río Uruguay.

Entrada a la 2º parte del Aº Ceibito
Arrancamos por haber cambiado la salida al Río de la Plata. En esta oportunidad lo hicimos por el río Sauce. Al respecto es bueno tener en cuenta que, a pesar de la muy buena altura del agua (Martín García c/ 70cm.), en dos puntos críticos el Ceibito (arroyo que conecta el Guazú con el Ceibo) nos marcó 1,20 mts. de profundidad. Esto no sería problema si el paso fuese ancho, pero en verdad que es angosto. Cruzarse con otra embarcación en vuelta encontrada puede resultar inquietante si alguna de las dos no tiene el espacio como para acomodarse en algún hueco que la vegetación ofrece para estos menesteres y deja pasar a la que viene a favor de la corriente. Este derrotero no sólo ahorra 4,1Mn sino que además ofrece muy buen reparo de vientos en el Riopla, ya que estará arribando a él a unas 4,2Mn más arriba del Guazú, en un Río de la Plata mas angosto y amigable.

Detrás de la boya se puede ver la
corriente que sale del Yaguarí
Como mencionamos anteriormente, nuestra segunda singladura, consistió en arribar al río Negro para hacer noche antes de continuar hasta la Isla Bassi. Ya habíamos notado, durante toda la jornada de navegación, una disminución considerable en la velocidad de trepada del Uruguay en relación al año anterior, pero cuando enfilamos la proa hacia la boya de la boca del Yaguarí pensé que me había quedado sin tracción. Después de mucho renegar para fondear, pudimos medir la corriente con que bajaba el Yaguarí: 3/4 nudos, lo medí varias veces por que no lo podía creer. El agua bajaba muy sucia, con islas de camalotes y troncos, señal de que las aguas habían pasado por algunos campos.

Así nos recibía Juanico
Hoy, domingo 9 de febrero, después del SE de 25 nds. de anoche empezó a llover. Zarpamos cerca del mediodía y navegamos durante cinco horas para llegar a nuestro nuevo destino. La Isla Bassi no se mostraba como la esperábamos, no proveía reparo suficiente para los vientos del NE/E que estaban soplando y decidimos continuar hasta nuestra querida Isla Juanico. Paró de llover. A diferencia de las anteriores, esta fue una noche calma, ideal para el descanso. Hasta aquí ya llevábamos navegadas 106 Mn, de las cuales 67 habían sido en el Uruguay, un Uruguay inquieto y hasta por momentos fastidioso, como durante todo el Paso Marquez.

Mástil y resto del muelle de Juanico
Hoy podría citar las composiciones de Sui Generis y Miguel Cantilo simultaneamente, cuando en sus letras anunciaban: "Lunes otra vez..." o "Donde va la gente cuando llueve..." respectivamente, y como si fuese poco, aquí mismo surge nuestro primer contratiempo, la heladera llena y el inverter dejó de funcionar. El cooler se clavó y hizo saltar el fuse interno. Le pude adaptar otro provisoriamente y reparar los fusibles, por lo menos para que aguantara hasta Concepción. Por suerte funcionó y pudimos volver a aportarle frío a la heladera y cargar las baterías de la compu y los celulares.

Balneario de la Isla Cambacuá
Con la proa hacia el norte, vamos en busca de las playas en las islas Rica, Colón Grande Media, Colón Grande Norte, Campichuelo  e Isla Cambacuá sur para hacer noche. Todas, absolutamente todas tenían tan poca arena que ofrecer que nos pareció una perdida de tiempo fondear en cualquiera de ellas. Así que seguimos hasta la punta norte de la Cambacuá y al llegar a la confluencia con el Uruguay vimos que no teníamos un buen lugar de fondeo, con lo cual resolvimos recalar en el Y.C.E. Otro punto divergente, respecto a la travesía del año pasado, es que esta vez entramos a Concepción por el Paso Cambacuá en lugar de ingresar por el puerto. Realizamos el despacho radial a L8T (Prefectura Concepción) y amarramos en el muelle de embarque del club, que muy gentilmente nos había cedido Pablo.

Martes 11: Hoy es el primer día que amanece con sol pleno! Arrancamos temprano para ir al centro, de compras! En 14 de Julio y Galarza encontramos el cooler para el inverter, también tienen artículos de electrónica y computación. Repostamos 120 lts. de combustible en bidones en la Esso de Supremo Entrerriano y Mitre ($9,81). Parte del traslado del combustible lo hicimos en remis (427 777) y parte gracias a la buena voluntad y gentileza de Carlos, quien amarra su embarcación en el club y con quien al final del día nos gratificamos con una cervecita helada!

Resto "La Costa", a mts. de YCE
Durante la corta estadía en el continente, habíamos acordado con mi primer oficial, conocer algo de la gastronomía local y como los acuerdos a bordo son "ley", nuestra primera incursión fue en el resto del club en donde ambos cenamos muy bien servidos y atendidos por $175 ***. Al mediodía siguiente, durante el tiempo que estuvimos en el centro, almorzamos en el Café de la Plaza (obviamente frente a la plaza), muy agradable el ambiente, la atención y la novedad culinaria que consistía en: sobre una base de tortilla de papas, jamón, muzza, panceta y aceitunas negras. Esa exquisitez, con bebida y adicionales, por $170 ****. Pero quien se lleva las cinco estrellas es el Resto La Costa .
Un local a donde acude toda la familia, pues tiene un sector cerrado (con películas, juegos didácticos, hojas y lápices) para niños en donde los padres se despreocupan de los pequeños y pueden disfrutar de un ambiente cordial, con buena música y muy buena gastronomía a un precio muy conveniente, $160. Muy recomendable!

El miércoles ya había llegado, eran tiempos de navegar de nuevo. Posteriormente al desayuno, antes de zarpar, reparé el inverter y lo probamos satisfactoriamente. Nos despedimos de Pablo y de la gente del club y soltamos amarras con rumbo a la playa de la Isla Almirón, a unas 6 Mn. del YCE. Se esperan lluvias por la tarde / noche y vientos flojos del SE que soplaran hasta la madrugada del sábado 15.... pero aquí empieza la segunda parte de esta travesía.

Por eso los esperamos la semana próxima con más detalles de esta derrota de 325 Mn por el Río Uruguay!
Buenos vientos! y hasta chauuuuu!