Que tal?! Como les fue en el último fin de semana largo del 2013?! Esperamos que hayan navegado mucho, aunque el nortazo reinante durante el viernes, sábado y domingo les debe haber complicado la salida a más de uno.
Nosotros contentos de haber realizado otra travesía y sorprendidos muy gratamente por lo visto y disfrutado. Por lo tanto, y para contagiarlos, he aquí nuestro relato de lo acontecido.
Zarpamos el viernes 22 de noviembre a las 0930 horas, con cielo despejado, 23º C y agua suficiente para nuestro calado (1,20 mts.). Trepamos el Canal. Arias, el Cl. de la Serna y posteriormente el Cl. 4 a unos 5,5 nudos. Al llegar al Paraná Miní viramos a estribor y conseguimos unos 7,8 nds. hasta llegar al Cl. Arana, recuerden ingresar a este canal desde aguas abajo y recostados sobre la costa que nos queda a estribor para evitar el banco de la boca. El Arana cuenta con una profundidad que va desde los 7 hasta los 12 pies a lo largo de su rectilíneo trayecto, y en el desarrollamos una velocidad de 7,6 nds. que nos dió como resultado que navegáramos cuatro horas clavadas, tomando como referencia la confluencia del río el Luján y Cl. Arias, para desembocar en el Barca Grande.
Luego de un merecido refrigerio tomamos rumbo Este, a 7,6 nds., e ingresamos al Correntoso (brazo importante del Barca que se abre sobre la izquierda del mismo) manteniendo buena distancia de respeto de la costa derecha para evitar las muchas ramas y árboles que velan, algunos de gran tamaño. Dejamos a estribor la boca del Pantanoso, y frente a este, la boca del Arroyo Naranjo y la siguiente boca a babor es la del Aº Borches, al cual entramos con la misma técnica que al Cl. Arana.
Aunque a primera vista parezca muy angosto, este ameno meandro tiende a hacerse cómodamente navegable, tanto por su ancho como por su profundidad. A medida que nos íbamos adentrando, nos encontramos con el primer descubrimiento: las huellas de lo que fuera un tornado o similar, vean las fotos, y recuerden que al cliquear sobre ellas pueden ampliarlas. Más fotos aquí.
Aunque a primera vista parezca muy angosto, este ameno meandro tiende a hacerse cómodamente navegable, tanto por su ancho como por su profundidad. A medida que nos íbamos adentrando, nos encontramos con el primer descubrimiento: las huellas de lo que fuera un tornado o similar, vean las fotos, y recuerden que al cliquear sobre ellas pueden ampliarlas. Más fotos aquí.
A dos millas y fracción de navegarlo, sobre su margen derecha, nace el Aº Manzano de Medina, más importante de anchura al anterior y con pobladores con muy buena onda. Ambos arroyos presentan un entorno muy agreste y una vegetación sumamente densa. Nuestro destino estaba cerca, el Riolpa se encontraba a solo 5Mn.
A las 1500 hs. arribamos a una boca amigable, con la tranquilidad de tener a unos pocos metros protección segura para vientos del NW - N - NE - SE - S y SW. Desde el lugar elegido para fondear, con una profundidad de más de dos metros, se podía divisar Carmelo, Punta Piedras y el Islote El Matón. Pegado a la costa hacia el Sur existe un veril capaz de llegar hasta el Correntoso en embarcaciones de hasta 0,60 cm. de calado, algo similar sucede hacia el Norte para llegar al Aº Vico, recorrido que realiza una vez al día la Interisleña.
Ambas noches las pasamos fondeados en el Riopla y aunque sopló un suave Este con algunas ráfagas, la estadía no se hizo molesta y se pudo dormir perfectamente luego de las jornadas agobiantes que todos padecimos. Durante el día se realizaron incursiones con el auxiliar, algunos trabajos de pintura (barniz) y se disfrutó mucho del agua.
El domingo 24 decidimos zarpar para dar la vuelta por dentro, ya que la profundidad del veril antes mencionado no nos daba para nuestro calado, y llegarnos hasta la boca del Correntoso. Con 32ºC de sensación térmica arribamos, una hora y veinte minutos después, siendo recibidos por un amigo alado (amigo del face...ja) y el Crucero Tritón bien amarrado a la costa derecha, muy cerca de la boca y cubierto de los vientos del SE.
Este nuevo escenario transmite una sensación de vulnerabilidad a la hora de tener que enfrentar vientos de grado 4 en adelante de cualquier cuadrante. Desde el fondeadero elegido tomamos la foto de la derecha en donde se puede ver al fondo la Isla Martín García, a la derecha la isla de Oyarvide y a la izquierda el Banco del Matón. Por eso, y con pronóstico de tormentas para la noche de ese domingo / madrugada del lunes feriado, con vientos fuertes del N y rotando posteriormente del SE, con el ocaso ya sobre nosotros, cobramos fondeo y remontamos el Corentoso 2Mn hasta llegar al remanso del Aº Verón.
Allí encontrarán un espejo de agua de unos 20 metros de ancho por unos 150 mts. de largo, con una profundidad media de 3mts. y una espesa y alta vegetación que los protegerá de vientos de cualquiera de los cuatro cuadrantes. Claro, no todo es maravilloso, estas condiciones hacen que se sienta más el calor y los insectos típicos de la zona (viuditas, jejenes, tábanos y camoatíes), vayan preparados con los mosquiteros colocados y un par de espirales.
Pero no hay nada que no sane el estar a bordo, descorchar un buen vinito y saborear una de esas ricas recetas marineras. Descansamos en estado inconsciente, supongo... nada sentimos hasta que a lo lejos escuchamos un Villa que venía a pleno. Ya no llovía pero todo estaba gris. Desayunamos, tiramos las cañas, arranchamos todo el desorden que suele generar una tormenta y partimos de vuelta.
Cotejamos la hora y el estado de la marea y aprovechando la brisa del SE que empujaba agua hacia arriba entramos en Dique a las 1615 hs. sin novedad.
Conclusiones: Por lo menos la mitad de las 86 Mn navegadas se realizaron con tráfico cero, sin marejada ni estado estresante. De hecho la vuelta inclusive, más allá del escaso movimiento, pareció increíblemente de antaño, cordial, respetuoso.
Zona de gran actividad pesquera particular y artesanal.
A pesar de las dificultades moduladas por algunos navegantes debido a la poca cantidad de agua en varios puertos, argentinos y uruguayos, en todas las zonas navegadas de este derrotero no hubo disparos de alarma de la ecosonda.
Dependiendo del tipo de embarcación, esta sería una travesía cómoda para un finde largo.
Bueno... esto ha sido todo por ahora, los invito el 5 de diciembre a la publicación de la crónica de Oscar Vicente sobre la Cuarta Travesía Tigre San Pedro y el 12 de diciembre a un artículo muy interesante sobre las características y puntos destacables del Río Uruguay. No se lo pierdan!
Por ahora me despido recordándoles que en nuestro facebook pueden obtener mucho más material fotográfico de ésta y otras travesías realizadas. Buenos Vientos!