lunes, 24 de junio de 2013

TRAVESÍA: BLONDEAU - ZARATE

Que gusto reencontrarnos nuevamente. Quienes nos siguen saben que nuestra actividad náutica no está limitada a una temporada determinada del año, por el contrario creamos distintos derroteros para ser realizados durante las cuatro estaciones.
En este caso, aprovechando el finde extra largo por el día conmemorativo de la creación de la bandera Argentina, decidimos visitar amigos que teníamos un poco olvidados, allá por el Carabelas Grande y el Canal Alem, pasar por la escuela de isla Nº 28 - Ernesto Blondeau y terminar reuniéndonos con otros amigos en Zárate.

En realidad esta travesía estuvo condimentada, sorpresivamente, por gratos encuentro y charlas radiales de muchos amigos y colegas que se encontraban en el río. Así fue como poco antes de salir nos contactamos con el Yatuel que se dirigía a Puerto La Pista. Más tarde, al promediar el Canal Arias, mates calientes de por medio para atemperar el grado bajo cero que reinaba a las 10:30 hs., le dimos alcance a un grupo de embarcaciones pertenecientes al Club del Grand Jean que se dirigían al Complejo Náutico Aulicino. Ya en el Paraná, compartimos con el Norma la hidrovía hasta el Carabelas en donde fondeo a la espera del grupo de ASD que tenía prevista una visita a la Escuela Nº 9. Al despedirnos, modulamos también con PFDB y el Calipso con quienes intercambiamos los mejores deseos para la navegación de todo el fin de semana.
Nosotros, mientras tanto, seguíamos remontando el Carabelas al encuentro del Canal Alem - 1ra. sección notando con tristeza la lamentable falta de mantenimiento que padecen muchas de las vías navegables de todo el delta. Con el agua baja se podía apreciar lo sucio del fondo cercano a las costas, muchos árboles caídos, mucha enramada... de todas maneras nada pudo opacar tamaña belleza!
El tranco del Palometa generaba una estela casi imperceptible, incapaz de molestar a los moradores costeros. Luego del medio día, el sol venía descolgándose del cenit inexorablemente deprisa. A media tarde divisamos sobre la proa el Recreo Blondeau, habíamos llegado al Alem. Solo unos pocos metros a babor bastaron para encontrarnos con Néstor y Estela esperándonos en el muelle de la Escuela Nº28 para ayudarnos a descargar unas cositas que habíamos llevado para el establecimiento. Teníamos tanto de que hablar, que no nos alcanzaron ni los mates ni el asado ni la sobremesa, el aguafiestas fue el cansancio que nos intimó, a las 2 de la mañana del día más frío en lo que va del año, a retirarnos a nuestras literas a descansar.
El viernes amaneció con una niebla que se mantuvo hasta altas horas de la mañana, alistamos el barco (metodología que aplicamos siempre en todas las travesía. Consiste en controlar niveles de combustible y lubricantes, graseras, prensa estopa, probables existencias de pérdidas, etc.) y salimos a dar una vuelta al mando del Capitán Néstor aguas arriba del Carabelas Grande. Visitamos la casa de Ernesto Blondeau, un par de fábricas de ladrillos y regresamos para despedirnos, bajo promesa de reducir el tiempo entre visitas.

Con la proa hacia el Paraná de las Palmas, nos dejamos llevar por la corriente del canal para ganar buena velocidad a muy pocas RPM. Todo el canal cuenta con una profundidad media superior a los dos metros, salvo entre el km 11 (S 34 05 014 - W 58 52 458) y el km 8  (S 34 06 042 - W 58 53 981) en donde la profundidad llega a unos mezquinos metro ochenta con un fondo muy sucio de troncos hundidos producto de los que se caen accidentalmente en la estiva a las chatas que transportan madera desde ese establecimiento hacia Papel Prensa. Luego, más abajo, el canal se vuelve más amigable y ancho hasta desaguar en el Paraná a la altura del Puerto de Campana, debiendo caer a babor para dejar por estribor un importante banco que se encuentra en la boca.
En el momento en que sacamos la foto de la izquierda, nos modula el Bonanza para avisarnos que se encontraban llegando a la Vuelta Campana, unas dos y media millas náuticas abajo del Cl. Alem. La sincronización azarosa fue impecable. Luego de salir de la Vuelta del Este ya nos divisábamos a simple vista y como otros buques, pero fuera del canal, frente al Camping Las Tejas tuvimos que esperar la bajada de un mercante, lo que redujo aún más la distancia entre el Palometa y el Bonanza.
Cuando iniciamos la maniobra de aproximación al canal de ingreso al complejo notamos con un ceño fruncido inconsciente, sinónimo de preocupación, que la selectora se había trabado en avante y que la palanca selectora de marcha había quedado loca. De una rápida decisión surgió que entráramos a la menor cantidad de vueltas posible, o sea a la menor velocidad probable, y una vez en la bahía, mientras yo cortaba la ignición mi primer oficial lanzaba un cabo al Bonanza para que su capitán ciara y así pudiéramos frenar la estropada de la embarcación sin máquina. Todo salió como de película y a última hora, cuando nos dispusimos a ver cual había sido el inconveniente, descubrimos con mucha alegría que solo se había tratado de la salida del perno que une la horquilla con el brazo de la selectora.

Los festejos del día sábado se llevaron adelante como estaban programados: Al medio día asado, paseo por el camping a la tarde en búsqueda de nuevos emprendimientos y obras, por la tarde mate a la vera del Paraná y con el crepúsculo fogata para esperar la salida de la luna llena, especialmente dedicada a esta travesía pues esta vez pasaría más cerca de la tierra y su tamaño se vería un 14% más grande de lo habitual. Que más se podía pedir?
Brindamos por el encuentro, por la amistad, por la náutica y nuestros barcos. El fresco húmedo de la noche nos empujo a embarcar y no nos resistimos.
Aunque el domingo amaneció destemplado y nublado, todos nos sentíamos satisfechos por el excelente fin de semana largo que habíamos vivido. Alrededor del medio día decidimos zarpar rumbo a Tigre y antes de las diecisiete horas estábamos amarrando en La Guardería.
Nos es muy grato agradecer a todos aquellos que nos han recibido en esta ocasión. Gracias a Estela y Néstor de la Quinta Santa Marta, a Berny del Camping Las Tejas y por supuesto a Uds. que nos reciben en cada entrega y nos hacen navegar en aguas seguras.
Hasta pronto amigos nautas!!!