martes, 30 de noviembre de 2010

COCINA DE VERANO A BORDO

Estos días de temperaturas medias de 24/28ºC y crepúsculos tardíos, sin duda, nos invitan a pernoctar a bordo, ya sea en nuestra amarra, en algún parador o al borneo en las zonas de priviligio para tal fin.
Por tal motivo es que les brindaremos un listado de opciones, que lejos de pretender ser limitativo, podrá usar como orientativo a la hora de concebir un menú fácil, nutritivo y variado.
Cuando planeamos una salida de más de dos días, seguramente encontraremos a bordo dos tipos de alimentos: los perecederos (derivados de lácteos - carnes - verduras - etc.) y aquellos que no lo son (conservas - arroz - fideos - etc.).


Alimentos perecederos

Nuestra primer tarea consistirá entonces en administrar correctamente los alimentos en función de su tiempo de conservación, confeccionando el menú a partir de esta premisa; aunque para algunos perecederos, una cocción previa puede extender el tiempo de guarda.

Este método podrá ser utilizado por ejemplo en unas pechuguitas de pollo fileteadas en churrasquitos, hervidas en caldo, con un diente de ajo y una hoja de laurel. No solo serán más sabrosas, también podrán ser guardada por más tiempo y utilizadas en distintos menúes: a) Podrá grillarlas rápidamente en una plancha o sartén y servilas con ensalada; b) Puede trozarlas y mezclarlas con huevo duro, tomate y cebolla; c) Al desmenuzarlas y combinarlas con algunas verduras podrá utilizarlas como relleno de unas Rapiditas o tacos; d) Los churrasquitos enteros pueden ser la "vedette" de unos exquisitos sandwichs con aderezo, tomate y lechuga. El límite en cuanto a las combinaciones lo pondrá usted.
Otro útil consejo a la hora del asadito, es asar algo más de carne sin hueso (hasta dejarlo jugoso) para utilizarla en la preparación de una próxima ingesta de la misma forma que detalláramos con el pollo.
El tema lácteos será algo para tener muy en cuenta. En el caso de la leche, se podrá reemplazar la tradicional por la leche en polvo y en cuanto a los quesos, tenga en cuenta que los duros permanecen inalterables por más tiempo.
En cuanto a los vegetales y frutas, la forma más recomendada de guarda es en redes en lugares frescos, oscuros y ventilados, fuera de bolsas plásticas.



Alimentos no perecederos

En un rincón de nuestra despensa nunca han de faltar unos productos de la empresa Knorr, cuyos directivos deben ser navegantes, pues nos solucionan el tema alimenticio más de una vez. Entre su línea de productos listos se podrá encontrar gran variedad de pastas y arroces que con solo agregar dos tazas de agua y una cucharada de aceite obtendremos dos sabrosas y colmadas porciones.
Infaltables serán también las latas de atún, paté, jardineras, arvejas y choclos.


Bonus tips

* A la hora de evitar accidentes, manejarse con huevos duros puede ser una solución.
* Al igual que el pollo, llevar papas hervidas será el atajo para una comida instantánea.
* Contar con un rollo de papel de aluminio puede ser de utilidad, tanto para cocinar como para guardar ciertos alimentos.


Apasionados de la náutica, los dejo a cargo de sus cocinas esperando que sorprendan gratamente a su tripulación en la próxima salida. Suerte y buen provecho!

martes, 23 de noviembre de 2010

En DEFENSA de nuestro patrimonio

Bienvenidos colegas nautas!
En esta salida hemos decidido tratar un tema que por lo general se desestima. Aunque a veces solo se los aprecia como adornos eternamente inquietos colgados por las bandas durante la navegación, estos elementos tan importantes e indispensables como cualquier otro adminículo de a bordo, deben encontrarse a mano ante cualquier maniobra que involucre a nuestra embarcación con un muelle, una amarra u otra embarcación. Las defensas, generalmente inflables, de distintas formas, tamaños y materiales, destinadas a proteger las bandas de nuestros barcos de golpes y raspones hoy se llevan nuestra atención.

Defensas de a bordo:
Las más comunes de encontrar son las alargadas que vienen en diversos tamaños (utilizar la medida acorde con las dimensiones del yate) y sirven especialmente para separar y proteger embarcaciones de distintos francobordos. También son las más utilizadas, de a dos o tres por banda, para la protección en amarras convencionales. Con un segundo cabo pasado por el ollao inferior se pueden colocar de forma horizontal, según la conveniencia.

Las defensas redondas o balón tienen, por su diámetro, un mayor poder de absorción de golpes y serán muy útiles cuando exista la posibilidad de un choque inevitable. Será entonces muy conveniente contar por lo menos con una de estas defensas a bordo que también guardará relación entre su tamaño y el de nuestra embarcación.

Aunque menos difundidas, las defensas planas de buena superficie protegen, colgadas del guardamancebo o del púlpito, nuestras bandas de los roces con otras embarcaciones o postes de palmeras de las amarras. Esta defensa presenta la particularidad de poder ser usada como apoyo para las rodillas, cuando no se utiliza para el fin establecido, al momento de tener que realizar alguna tarea en las zonas más bajas.

Solo a los fines ilustrativos, aunque de igual uso que las anteriores, es la conocida como Yokohama. Esta defensa de grandes dimensiones es utilizada a bordo de buques mercantes de gran volumen (Panamax, Roro, cerealeros, etc.) para abarloarse a otros buques o a los muelles de carga y descarga.

Aunque ya en desuso, las ornamentales, de cabo o clásicas pueden ser una decorativa y elegante alternativa para los barcos de madera.
La mejor forma de amarrar una defensa es con un ballestrinque y un cote que haremos en un pasamanos o guardamancebo, permitiéndonos así su fácil regulación en altura. Será conveniente mantenerlas limpias, pues sucias o pegajosas mancharán seguramente la banda de su barco. En el caso de poseer un casco de madera, además de mejorar la estética, una funda de tela protejerá al mismo. Y por favor, cuando navegue recoja todas las defensas...
Hasta la próxima salida y recuerden que: Cuanto más se tarda, más se navega!

martes, 16 de noviembre de 2010

CURSO de MARINERIA

Creo que estaremos de acuerdo si digo que la capacitación hace a la excelencia y al buen arte de un oficio. Eso es precisamente lo que la Municipalidad de San Fernando, en conjunto con CACEL (Cámara Argentina de Constructores de Embarcaciones Livianas) y Consorcio Parque Náutico San Fernando S.A. lograron en quienes desearon profesionalizarse como Marineros.

Con una cantidad importante de asistencia de alumnos de ambos sexos y de amplio rango de edad, el 14 de Julio pasado dió comienzo en la sede de Marina Puerto Chico, Del Arca y Río Luján, este curso gratuito a cargo de los profesores Fernando Fabersane y Fabián Chango Andina que tiene por finalidad así como los dos anteriores, de cubrir la desbordante demanda de asistentes de muelle en clubes, guarderías, marinas y barrios privados náuticos, con personal altamente calificado.

A lo largo del programa se vieron temas como: cabuyería, nomenclatura marinera, maniobras básicas, comunicaciones, cartografía, cuidados de la bahía, mantenimiento básico, uso de embarcación menor (remo/motor), libro de novedades o guardia, incendio, carpería y meteorología.
Con el transcurso de las semanas, las distintas instancias del curso se fueron desarrollando en un ambiente cordial y de absoluta camaradería entre los alumnos y profesores, lo que generó importantes aportes extra curriculares de ambos docentes.

Luego de dieciseis semanas de intensas prácticas y estudio, tras el exámen evaluativo y la entrega de diploma habilitante, los nuevos Marineros se encuentran listos a demostrar lo asimilado con responsabilidad y profesionalismo.


Clase práctica de uso de embarcación menor (motor/remo).




Agasajo para egresados, previo a la entrega de diplomas.



izq.: Chango Andina, Andrea Arneodo, Miguel Soto y Fernando Fabersane en la entrega de diplomas.
der.: Promoción 2010.


Felicitaciones para los recientemente egresados! y bien por este emprendimiento!
Por eso desde aquí, nuestro reconocimiento a profesores y entidades que organizan estos eventos que gerarquizan a nuestra náutica.
Estimados amigos nautas, hasta aquí hemos llegado. Los invitamos a encontrarnos la próxima semana y mientras tanto... buenas singladuras!

martes, 9 de noviembre de 2010

HERRAJES DE SEGURIDAD Y TRABAJO

Que gusto volvernos a encontrar aquí, en este espacio dedicado a nosotros los náutas. En la nota anterior adelantamos el tema de esta nueva salida: los herrajes.
Un herraje es un conjunto de piezas con que se guarnece o asegura algo. Existen dos tipos de herrajes en la cubierta de cualquier embarcación, los de seguridad y los de trabajo


Herrajes de Seguridad:

Una barandilla montada sobre proa, generalmente confeccionada en caño de acero inoxidable, la que podrá estar abierta, cerrada o con una prolongación (como en el caso de la foto) llamada "delfinera", se denomina púlpito.

Con el mismo caracter, pero ubicado sobre popa, se encuentra lo que se denomina balcón, una especie de balustrada cuyos materiales utilizados para su construcción son: la madera (foto), el acero inoxidable y a veces hasta combinados como en la mayoría de los cruceros de las décadas del 70 y 80.

Guardamancebo: Este herraje se ubica a ambas bandas del yate y se compone de dos elementos, una varilla en posición vertical llamada candelero y una linga de acero o cabo que pasa por la cabeza u ojo del candelero.

Los pasamanos se encuentran ubicados sobre la carroza (construción sobre cubierta) fuertemente amurados a los efectos de asirse al realizar una maniobra externa segura ante condiciones fluviales adversas.


Herrajes de Trabajo:

Se denomina bita a una columna de hierro, acero o madera sólidamente unida a la cubierta; simple o en pareja sirve para amarrar en ella. La acción de dejar caer sobre esta una as de guía o una gaza se denomina encapillar. Existen de varios tipos y formas.

A esta pieza en forma de T muy corta en su base se la llama cornamusa; en el caso de la fotografía, se la conoce como del tipo "puente" por poseer una abertura en su parte inferior. Hacer firme correctamente un chicote del cabo en una cornamusa requiere de cierto conocimiento.

Este herraje deberá siempre encontrarse próximo a los dos antedichos, pues el portaespía (semejante en su aspecto a la letra C dispuesta horizontalmente con la boca hacia arriba) tiene por objeto impedir que los cabos de amarre o remolque se deterioren por el roce con la regala (ver nota anterior).

La catalina es el dispositivo, ubicado en proa, conformado por un armazón de acero inoxidable que aloja en su interior un rodillo por donde pasa el cabo o cadena del ancla. Herraje ideal para equipos de fondeo de gran porte en donde estará acompañado de un cabrestante (máquina giratoria, eléctrica o manual, que se utiliza para ejercer grandes esfuerzos).

Y por último le llega el turno al cáncamo. Este ojal metálico, de uno o dos espigas roscadas para su amuración, es un herraje típico de la roda en donde se hace firme una boza de amarre. Se los puede encontrar en cruceros medianos, lanchas y semirrígidos a unas pocas pulgadas por encima de la línea de flotación.

Estimados nautas, aficionados y principiantes, esto ha sido todo por ahora. Pronto arrivaremos nuevamente con más temas, mientras tanto: Vivan el paraiso, naveguen por el Delta !

martes, 2 de noviembre de 2010

LAS COSAS POR SU NOMBRE

Bienvenidos a otro encuentro náutico, bienvenidos a El Navegante Delta Tour. La nota de hoy está dedicada a Gaby y Andrea, que con mucho entusiasmo y anciedad han decidido cambiar de rumbo náutico y disfrutar del Delta a bordo de su nuevo barco, el primero de madera. Para ellos, nuestras mas sinceras y sentidas felicitaciones.


No cabe dudas que esta actividad es de aprendizaje constante, no importa cuanto uno sepa, siempre habrá algo nuevo para aprender. En esta ocasión nos referiremos a la nomenclatura náutica para describir a las distintas partes que conforman nuestra embarcación de forma correcta, llamando a las cosas por su nombre.


La construcción de una embarcación comienza por la quilla, larga pieza plana
horizontal que sirve de base a toda la armazón del casco. En ella se instalan las cuadernas o varetas en donde se fijan, del lado interior las serretas y del exterior el forro que, en el caso de la embarcaciones de madera, podrán ser tablas cuyos bordes se colocan montadas a la manera de un tejado (tingladillo) o juntando sus cantos sin superponerlas (tracas).


La quilla remata a proa en una pieza saliente llamada roda que se eleva, determinando así la forma afilada y los distintos tipos de proa (recta, inclinada, Maier acucharada, acucharada hacia adentro y con bulbo, lanzada, etc.). El codaste es la continuación de la quilla pero hacia popa. Otra pieza también podrá unir la roda con el codaste, la serreta de pantoque (parte curva donde se juntan el fondo de la embarcación con los costados.


El plano vertical imaginario que, pasando por la quilla, divide al casco en dos mitades simétricas (bandas) es el plano de crujía y la intersección del mismo con la cubierta se denomina línea de crujía. Aprovechando esta ilustración, diremos que el puntal de una embarcación es la altura desde la parte superior de la quilla a la cubierta.


Para indicar desde a bordo direcciones aproximadas de elementos exteriores se utilizan las siguientes orientaciones generales: proa, amura, través, aleta y popa. Por ejemplo: El viento castiga (barlovento) por amura de estribor; por aleta de babor se está a resguardo del viento (sotavento).


Bien, ya denominamos nauticamente los distintos componentes de la superestructura de nuestra embarcación y algo más. ¿Pero que sabemos sobre herrajes?
Mientras nosotros nos dedicamos a prepara el material, ustedes aprovechen y naveguen. Hasta la próxima y buenas travesías!
Gracias por seguirnos