jueves, 25 de febrero de 2010

CRONICAS de un MINÍ AGITADO

El domingo 14, apenas pasado el mediodía, cercanos a la costa N, en una bahía abierta poco antes de llegar al Aº Largo, a unas 2,3 millas de la desembocadura con el Río de la Plata, fondeamos en el Paraná Miní. Este punto ofrecía el reparo ideal de unos vientos leves del SE que venían soplando desde la mañana y que acompañaban a la marea creciente de ese momento.
A medida que la tarde transcurría, fueron incrementándose los vientos pero como la marea era estable, no se percibía incomodidad a bordo.

Durante la sobremesa de la cena, la marea cambió y empezó a bajar con fuerza. De popa al viento y con rachas del S que nos daban de través, estibamos todo lo que había quedado suelto y ayudados por los pasamanos nos fuimos a tratar de dormir.
A eso de las 2 AM se nos acercó, hasta donde pudo, la PNA del destacamento Chaná interrumpiendo su recorrida para preguntar si necesitabamos algo, quienes ante nuestra negativa y agradecimiento se alejaron cortando olas.
Aproximadamente tres horas más tarde nos despertamos sobresaltados por los cabeceos y rolidos del Palometa. Ya en cubierta descubrimos que el paisaje no coincidía con el que habíamos dejado antes de bajar a dormir. Al mirar al horizonte por la popa se veía la boca del Miní, que pasó? Una masa de camalotes de un metro y medio por cinco aprox. se había enredado en el cabo del fondeo y ya nos había hecho garetear unos mil quiniento metros. Atamos el machete al bichero y empezó la poda.

Un buen rato después pudimos desprender el islote y logramos hacer fondo, quedamos a unos mil o mil quinientos metros de la boca apreciando un amanecer increíble (ver foto). Exhaustos por el esfuerzo y aprovechando las condiciones, volvimos abajo a tratar de completar algunas horas de descanso.
Al despertar todo había cambiado de nuevo. Donde está ese día hermoso que había presagiado ese increíble amanecer? Que va a pasar ahora? La respuesta no tardó en hacerse notar. Una intensa llovizna hizo que colocaramos nuevamente todas las cenefas, de pronto una ráfaga de fresco viento del sur sirvió de introducción a lo que vendría después.

Un aguacero hizo que en diez minutos el auxiliar se conviertiese en Pelopincho y que los remos flotaran en su interior. Con el tiempo la lluvia fue menguando y la velocidad del viento aumentando, llegando a medir rachas de 80 km/h provenientes del 2do. y 3er. cuadrante. La carpa de proa, colocada con la llovizna anterior, temblaba, se inflaba como globo y producía fuerte azotes que inclinaban las cumbreras, dando la sensación de que todo saldría volando. Mientras tanto, nosotros conteníamos la cenefa de babor que se hinchaba hacia adentro y a la que se le desgarraban los cierres permitiendo de esta manera el ingreso de gran cantidad de agua al cockpit. El fuerte viento de través y el alto oleaje volvían incómoda la estancia a bordo. Había que soportar, mientras no garetearamos de nuevo, teníamos que aguantar.

Por suerte no hubo pánico y en silencio ambos desempeñamos nuestros roles sin dudar un instante.
Cuando la inclemencia del tiempo tomó niveles normales, con arnés y mucho cuidado, quitamos primero la carpa de proa, las cumbreras y con cortas arrancadas logramos cobrar el fondeo que estaba amurado al fondo. Tratando de distendernos remontamos el Miní hasta encontrar, ya cerca del Cl. Arana, otro lugar ideal para fondear.

Alguna vez, habían visto lo que produce un viento de grado 8 de la Escala Beaufort en una Danforth de 15 kg.?
Yo tampoco!

Un consejito: Naveguen concientes de tener todos los elementos de seguridad a bordo y en condiciones óptimas.

Hasta la próxima y buenas travesías.

viernes, 19 de febrero de 2010

TRAVESÍA TIGRE - SAN PEDRO última parte

La vuelta: Viernes 22 de Enero de 2010. Habiendo recorrido el barco la tarde anterior, todo quedó listo para zarpar. Nos despedimos de todos, intercambiamos souvenirs y juramos sobre la bitacora regresar pronto. Siendo las 9:15 hs, con un cielo totalmente despejado, con presión estable, 27,9ºC y una marea solo 7 cm. más baja que cuando llegamos, partimos con la tranquilidad de tener por delante una buena navegación, y si los cálculos eran correctos, buena velocidad también. Estabamos decididos a realizar Baradero - Escobar en una sola singladura.
Confirmado, el Palometa está navegando a 7,8 nudos a 1200 vueltas (el doble de la velocidad de ida), lástima que nos olvidamos los ski!.
El trayecto de ida entre el Areco y Baradero nos llevó 4 hs. y ahora, de vuelta, lo estabamos haciendo en 1h 50'

A las 13:30 hs. cruzamos el Complejo Zárate-Brazo Largo. Con poco tránsito comercial y el Paraná planchado, el clásico se desplazaba entre los camalotes con la gracia que la naturaleza da a los anfibios. Seis horas después de la partida, arribábamos a Escobar. ¡Increíble, 46 Mn. en 6 hs.!
Por la noche, festejos por la llegada, bifecitos a la parilla, un buen tinto, sobremesa y los comentarios correspondientes del caso. El sábado por la tarde partimos con destino final: Tigre. Tras dos horas de navegación y unos exquisitos mates llegamos a la amarra sin ninguna novedad. La travesía había terminado, y salvo por el tema de la crecida, fue un absoluto éxito.
El consumo total de combustible fue de 130 lts., 85 de ida y 45 lts. de vuelta. Navegamos 122 Millas náuticas en 12 días (buena relación para conocer y disfrutar), contra las 91 del año pasado.
Navegar en vacaciones no solo es cruzar a la ROU. Nuestro delta es extenso y tiene mucho para mostrar, solo hay que animarse, y si este informe sirve para aclarar algunos puntos, contribuir a informar y finalmente ayudar a decidirse, pues adelante. Para más infotmación o consultas, comunicarse a través de elnavegantedeltatour@yahoo.com.ar y trataremos de serles útiles en todo lo posible. Y ya saben:
Vivan el Paraiso, naveguen por el Delta


Agradecimientos a:
Claudio D.
Nito e Inés
Sara y Juan
Daniel
Al vice Presidente del CPNB
y a mi fiel compañera que año tras año me motiva a navegar más y más...

jueves, 11 de febrero de 2010

TRAVESIA TIGRE - SAN PEDRO parte III

Tercera pierna: El río Baradero nos recibió correntoso, de aguas oscuras pero limpias y con mucha profundidad. Si bien era notorio el alto nivel de las aguas sobre las costas del Paraná, nos sorprendió mucho el desborde del río. Las costas se encontraban desdibujadas y el cause producía muchísimos remolinos. Los animales buscaban zonas altas para sobrevivir y la escaces de lomas hacía que muchas vacas, caballos y cerdos se agruparan en bañados. Aún quedaban sobradas muestras de la fuerte tormenta que había castigado a estas costas. Mientras seguíamos navegando y descubriendo más casonas sobre las altas barrancas, creíamos acostumbrarnos al paisaje hasta que mirando hacia enfrente, la realidad nos volvía a sacudir.

A nueve millas náuticas del Areco, sobre estribor, se abre el Aº Pintos (reserva natural de aves) y desde alli ya se pueden ver los 2 edificios de Baradero dibujados sobre el horizonte, solo distan 7 Mn. para llegar.

Necesitamos cuatro horas de navegación para recorrer 14,3 Mn. A las 15:00 arribamos al Club de Pesca y Náutica Baradero (Tel./fax: 03329-481990 / cpnb@arnetbiz.com.ar) donde nos ofrecieron una amarra de cortesía por 48 hs. Ubicado unos cientos de metros antes de llegar al puerto, el CPNB fué fundado el 17 de Agosto de 1964, cuenta con una zona de recreo (la cual está cerrada temporalmente por la crecida), dos cabañas, restaurante, guardería, expendio de combustible por surtidores sobre la rivera (el que se encuentra momentaneamente fuera de servicio por la inundación, pudiendose reaprovisionar con bidones a diez cuadras del club, en la estación de servicio de la Av. San Martín esquina Darragueira y tomar un remis de vuelta en Av. San Martín e/ Darragueira y Malabia por solo $6), baños y vestuarios, amarras y servicio de electricidad y agua potable para las embarcaciones.

Les recomiendo hacer un alto en este club y les garantizo experimentar una sensación hace mucho tiempo casi perdida. La amabilidad, la muy buena predisposición y un exultante espíritu de camaradería harán que se sienta en otro país. Sara, la responsable de la administración, hizo todo lo posible para hacernos sentir mejor que en casa. Amarristas como Daniel, quien ofrece servicios de paseos en lancha, excursiones y guía de pesca, nos suministró gran cantidad de información sobre la zona (tel.:03329-15602455) y hasta el vice presidente de la institución se acercó para darnos la bienvenida e invitarnos a conocer el centro de Baradero.

Al transcurrir los días, con semejante recibimiento, con lo que nos faltaba visitar de lo recomendado en el continente y con noticias fehacientes actualizadas del estado de las aguas en los arenales y adyacencias de San Pedro, reunida la soberana tripulación y sometido a votación, decidimos quedarnos en Baradero y dejar pendiente para mejores condiciones hídricas el resto de la travesía.
Así entonces, conocimos el "Cristo de la Hermandad". Una increíble escultura de 10 mts. de altura tallada sobre una sola pieza de eucalipto colorado y realizada por Luis Sissara (www.baraderoteinforma.com.ar). Visitamos dos comercios de pesca con algunos artículos de náutica (en Carrasco al 400 y Av. San Martín al 1700) y uno exclusivo de náutica: embarcaciones, respuestos, elementos de seguridad, etc. (en Av. San Martín al 1800). No solo cumplimos con los fundamentos de este blog, también estimulamos uno de los grandes placeres del navegante: "la gastronomía". Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que tanto la panadería El Vazquito (en Anchorena 1090) por sus ensaimadas con crema pastelera o dulce de leche y el restaurante del Club Sportivo Baradero de Julián (en San Martín y Rodriguez) por sus rabas a la provenzal o sus canelones de pacú, son las propuestas más destacables en cuanto a calidad, precio y atención. Aprovechemos la sobremesa y volvamos a la náutica.

Salvo dos tardes consecutivas de chaparrones aislados, el resto de los días se presentaron con sol y altas temperaturas. Para contrarrestar el calor, una propuesta interesante es remontar el Baradero y relajarse bajo la sombra de alguna de las tres agrupaciones de sauces que se encuentran a ambas márgenes, pasando la zona de los campings y recreos, con un auxiliar o embarcación de poco calado y aprovechar para disfrutar del avistaje de gran variedad de aves.
Ya llevamos diez días navegando y debemos pensar en el regreso. Nos cuesta partir de estos lares y de gente tan amable, pero las oligaciones comienzan a intervenir en las decisiones. Partiremos al día siguiente bajo promesa de volver.

Continuará...

miércoles, 3 de febrero de 2010

TRAVESIA TIGRE - SAN PEDRO parte II

Tercera Pierna: El cielo se encontraba totalmente despejado, con una temperatura muy agradable de 24º C y viento calmo. Eran las 6 de la mañana, nos despertó el zumbido de la tanza de una desmalezadora azotando el pasto. Ducha fresca, últimos preparativos y zarpamos a las 08:15 hs. con destino al remanso de la desembocadura del río Areco.

Con un Paraná planchado, pero corriente fuerte persistente, alcanzamos los 4,3 nudos de velocidad crucero. Nuevamente la poca velocidad nos hace descubrir despojos de lo que fue una época gloriosa del comercio naviero argentino y parajes donde atracar ante cualquier necesidad; tal es el caso del Club del Personal de Limpieza situado sobre la costa continental, a la altura de la boya del Km. 131,2. Desde el río se puede ver que cuenta con un amplio recreo, muelle de pescadores, proveduría y unas cuantas amarras. De entre los árboles emergen un par de mástiles de veleros, deduciendo entonces, que se trata de una bahía con buen calado.

Según se sigue avanzando, sobre la Vuelta del Pelado (dos curvas seguidas muy cerradas en forma de "S")nos encontramos con la Central Nuclear Atucha, facilmente reconocible por sus dos enormes cúpulas edilicias. En este punto geográfico se deberá tener muy presente que en caso de cruzarse con buques de gran calado en navegación, éstos tienen prioridad absoluta ya que al virar con corriente importante como la que teníamos en ese momento, el buque tiende a derivar de popa en plena curva produciendo un efecto de barrido hacia afuera, cuidado! Más adelante van apareciendo unas importantes barrancas salpicadas de coloniales chacras que vigilan desde lo alto el Paraná. La boya del Km. 140 nos anuncia la proximidad de la boca del Baradero, sobre la margen izquierda una casona rosada (San josé) nos franquea la entrada y un par de kilómetros aguas arriba por el Baradero encontramos nuestro fondeadero natural, siendo las 12:45 hs.

La desembocadura del Areco en el Baradero genera un remanso paradisíaco para fondear y hacer noche, con vegetación baja, gran variedad de aves y buena profundidad (en ese momento con 20 pies). A finales de la tarde, cuando el uso del grupo electrógeno se hacía imperativo, tratar de arrancarlo agotó todo mi aliento. Sin resultados, la intervención de una mano de obra barata y a tiro se hacía imprescindible. Mientras "algunos" turistas se distraían pescando con las últimas luces del día, el oficial de máquinas puso en marcha el grupo, limpieza de carburador mediante.
Más tarde y con todo dispuesto: unos bifecitos con tomate, aceite de oliva con orégano y un buen Malbec nos dispusimos a cenar con un cielo plateado de estrellas.

Con los primeros rayos de un amanecer de película despertamos y decidimos desde el agua disfrutar de ese espectáculo increíble. Ya avanzada la mañana emprendimos la rutina de a bordo: unos mates, secado del rocio de la cubierta, el retiro de los cubre ventanas, de mosquiteros y el repaso del check list para zarpar. A las 11 de la mañana partimos de ese paraiso con rumbo a nuestro próximo destino: Baradero.

Continuará...